En el marco del XVI Congreso Nacional del Garden Club Argentino tuvimos la oportunidad, como cierre del mismo, de disfrutar de Lazos 2022. Cuatro diseñadoras, dos argentinas, Marcela Nelson y Beatriz Rodríguez y dos uruguayas, Silvia Malán y Graciela Betizagasti. Al comenzar, ningún diseño estaba visible, todo emoción, todo misterio. Luego imágenes de Lazos 2019 y el hilo rojo circulando entre el público.
La primera en ser presentada fue Marcela a quien pudimos conocer a través de la proyección de sus diseños, de su lugar de origen, de su jardín y de su quehacer. Fue entonces que ella misma nos relató cual fue su inspiración para llevar a cabo el diseño. En el taller de su esposo se fabrican, utilizando cañas, lengüetas para instrumentos de viento. Con los restos de éstas y manejando ella misma una máquina cortadora, se proveyó de un sinnúmero de rodajas de este material. Utilizando moldes de distintos tamaños fue uniéndolas logrando así una variedad de semi-esferas. Una columna metálica abierta y dos sunchos de barriles fueron el soporte para jugar con su imaginación. Para completar su trabajo y contrastar con las formas y colores utilizó papiros colocándolos en forma vertical. Enriqueció el diseño con una inteligente iluminación que penetraba en múltiples direcciones por la trama de las semi-esferas. En coherencia con el material utilizado, que se utiliza en instrumentos de viento el tema musical elegido fue “Somethings just lik this” The Chainsmokers & Coldplay ( sax cover Grazziato)
La diseñadora presentada a continuación fue Silvia. Vimos su trayectoria y su crecimiento artístico en innumerables diseños pudiendo apreciar en los mismos su búsqueda, su fuerza, su creatividad y la diversidad de materiales utilizados. En esta ocasión la fuerza de los sentimientos que la embargaban fue determinante. Imaginó, sintió y comenzó a buscar. Lo que buscaba debía encontrarlo tal cual lo necesitaba, eran chapas que el tiempo había moldeado y desgastado. Luego venía la mecánica. Silvia sabe soldar y atornillar y así el “como sostener” y “como trasladar”se fue solucionando. Apareció en el escenario su obra terminada: las chapas con sus formas, el cluster de flores blancas y la luz, muy importante en el todo. Fue claro…….la vida renacía. Y la música “Memories” lo dijo todo con su letra profunda y significativa.
Beatriz dijo presente. Nos deleitamos con las mesas, su especialidad. Las hubo en cantidad y variedad y para toda ocasión. Con flores y sin ellas. Las servilletas siempre presentes, bien dobladas, bien colocadas. El color estudiado hasta el más mínimo detalle. Sus diseños hablan por ella.
Y esta presentación no fue la excepción. Trabajo exclusivamente con material vegetal fresco. Apoyada en una columna metálica nos dejó su mensaje que utilizando diferentes técnicas y trabajando con diversidad de hojas se puede incorporar texturas, espacios, líneas, etc. en un diseño.
Completo todo este trabajo artesanal con la incorporación de las formas y el color a través de varias “Strelitzia reginae”. Su creación fue pensada para ser vista desde todos los ángulos y fue la diseñadora que más elementos colocó en público. Cuál fue su música inspiradora? Siempre, de siempre, por siempre serás…..
La última diseñadora, Graciela, alli estaba. Pudimos apreciar sus diseños anteriores, saber de su vida en el campo uruguayo de bellos paisajes e imponente curso de agua. Un video despertó nuestra curiosidad, se trataba de como deshilaba hojas de formio y con ellas elaboraba un papel vegetal. Este podía ser más transparente o más opaco según la distribución de las fibras, se podía pintar, moldear. Entonces apareció su obra, trabajada mayoritariamente con este papel vegetal descripto, materializado esta vez formas geométricas, creando sólidos que se sucedían en el espacio. Utilizo el azul como color en distinta saturación. Dos rombos completaban el juego de formas. Y si bien el material vegetal estaba presente utilizó tres varas de Phaleanopsis blancas como contraste. Y llegó el momento de escuchar la música elegida “Volare”…azul…pintado de azul….felices en este cielo azul y con ella la alegría, el baile, el público desbordado, las luces que también danzaban. Y el Garden presente en todas y cada una, el Garden que movilizaba, el Garden que también era un fuerte lazo entre todas las presentes.