Reproducción de suculentas

por Lily Di Tella (Grupo El Ceibo-Córdoba)

Las plantas suculentas han atraído en los últimos tiempos a gran cantidad de aficionados y coleccionistas.

Posiblemente sus variadas formas, sus texturas y colores llamativos y sus
lejanos lugares de origen, hacen que cualquier persona, aún sin ser
aficionado a la jardinería, se sienta atraído por ellas.

Afortunadamente son de fácil cultivo y sencilla reproducción.
Muchas de ellas se reproducen a partir de un esqueje o gajo de tallo.
Siempre conviene esperar un par de días a que el corte se haya cicatrizado
para evitar el ingreso de gérmenes, antes de enterrar el tallo en una
mezcla liviana con bastante arena gruesa y vermiculita.

Otras se reproducen a partir de una hoja que, apoyada en un recipiente
con vermiculita o un sustrato adecuado, comienzan a emitir raicillas y a
generar una nueva plántula. Hay que tener paciencia y darle tiempo hasta
que haya formado una pequeña plantita que pueda ser trasplantada a un
recipiente, en tanto que la hojita original se va secando y desapareciendo.

Hay algunas especies que se reproducen en la base. Esta es otra forma de
hacernos de nuevos ejemplares, sacando la planta del recipiente y
separando cuidadosamente los hijuelos.

Otras desarrollan pequeñas plántulas “bebés” en los bordes de las hojas;
si las dejamos se desprende y enraízan fácilmente en “la vecindad”. ( fotos 7 y 8 )

Un buen sustrato para estas plantas contiene:

30% de tierra negra
30% de arena gruesa
30% de turba rubia

Hagan su propia experiencia. No se van a arrepentir. Acompañar este
proceso es sumamente gratificante y un fantástico cable a tierra.